El ajo
( allium sativum), perteneciente a la familia de la Liliáceas, procede de
Europa meridional y Oriente. Pero es planta de cultivo antiquísimo y ya gozaba
de consideración en la antigua medicina india.
Composición y propiedades.
En toda
la planta y en proporción de 0,005% a 0,009 % se presenta el aceite etéreo
azufrado del ajo, con un 6% de alilpropilbisulfuro, el 60% de alilbisulfuro
(causa del conocido olor), el 20% de alil-trisulfuro y pequeñas cantidades de
aliltetrasulfuro. Estas combinaciones de azufre son la causa de la eficacia del
ajo.
El
elemento activo más importante se ha descubierto hace pocos años, en 1944, como
sustancia oleaginosa denominándose alicina. Esta produce un fuerte olor y posee
una gran acción bactericida. En 1947 se consiguió producir alicina sintéticamente
y conocer su estructura química.
Todos
sabemos que el típico olor es sólo débil en los dientes de ajo frescos y sanos.
Pero si éstos se cortan y frotan, el olor se presenta en forma intensa. Este hecho
se debe a un proceso de desdoblamiento, en que el fermento alinasa, un elemento
que gráficamente expresado actúa en el ajo como “hacha química” especial,
obtiene la alicina a partir de un
elemento inodoro, llamado aliina, que es desdoblado en dos porciones. Mediante dicho
fermento se forma la inicial aliina, que pudo obtenerse químicamente pura de
una forma totalmente sintética. La aliina, al contrario de la alicina, no ejerce
efectos bactericidas.
Fundamentos de la acción terapéutica del ajo
Aplicado
a la piel sana, provoca el aceite, enrojecimiento, inflamación y ampollas, y
aplicado a las mucosas, enrojecimiento y aumento de la secreción glandular,
especialmente en las mucosas gastrointestinales. Además de una secreción mayor
de las glándulas digestivas, se incrementa también la secreción de bilis.
Extermina, además, el ajo las bacterias malignas de intestino, a la vez que
fomenta la reproducción de colibacterias, los agentes intestinales normales.
El ajo
es una calmante intestinal, un astringente y un bactericida. La antigua
creencia popular de que el ajo combate el cáncer ha podido comprobarse en
ensayos, observándose una clara dificultad de crecimiento en las células
cancerosas, trasplantadas después de un tratamiento con ajo. Este efecto se explica
fácilmente, puesto que hoy va llegándose paulatinamente a considerar el cáncer
como una grave desviación metabólica, cuyo origen se encuentra muchas veces en
el aparato gastrointestinal.
Los
elementos activos del aceite del ajo, como puede observarse rápidamente sólo
por el olor, se eliminan a través de la piel y los pulmones. Esta forma de
eliminación es importante, ya que dichos elementos desarrollan sus actividades
en las vías respiratorias, resolviendo congestiones, aumentando las secreciones
y desinfectando.
El
efecto sobre la presión arterial se ha aceptado, rechazando y de nuevo
comprobado en los últimos tiempos. En todo caso parece cosa fija, de momento y
suficientemente comprobada por la experiencia, que la presión arterial
disminuye y el pulso se hace más lento y tranquilo, que se dilatan los vasos
coronarios, con lo que son mejor alimentados los músculos cardíacos y, por lo
tanto, se hacen más fuertes.
Finalmente
se presenta, según vieja experiencia y modernas pruebas experimentales, un aumento
de la resistencia contra las infecciones.
Es muy
frecuente también la aplicación del ajo contra nematodos y áscaris, en forma de
irrigación.
Afecciones en que es útil su empleo
En
enfermedades gastrointestinales: catarros de estómago e intestino con diarrea y
estreñimiento, tuberculosis intestinal, flatulencia, catarros intestinales
crónicos, infecciosos y agudos, cólicos, inflamaciones del intestino grueso y
del recto, diarrea, enfermedades hepáticas y biliares, disentería amebiana,
cólera, tifus y paratifus.
En
tumores cancerosos, aunque para ello el ajo sólo desempeña el papel de remedio
auxiliar y nunca debe sustituir a retardar la aplicación de medidas ordenadas
por el médico. Como elemento anticanceroso puede recomendarse con todo tiempo.
En las
enfermedades de las vías respiratorias; catarros de las vías respiratorias,
enfisema pulmonar, tuberculosis, gangrena pulmonar, asma pulmonar y
broncoquiectasias.
En las
enfermedades de la circulación: hipertensión, arteriosclerosis, esclerosis de
vasos coronarios, debilidad de los músculos cardíacos, intoxicación de
nicotina.
En un
estado de debilidad general, después de enfermedades infecciosas o de cáncer.
En caso
de lombrices (oxiuros y áscaris).
Modo de empleo
En
todas las enfermedades, la forma mejor de aplicación es el consumo en crudo. Se
toma diariamente de medio diente a un diente con pan, mantequilla y perejil o
cocido en leche. La molestia del olor no puede evitarse por completo. Como
vermífugo, se prepara además un líquido de irrigación cociendo 100 g de ajo en
un litro de agua y aplicándolo una vez enfriada. Puede confeccionarse también
un jugo de ajo que se conserva hasta un año entero>: de deja en 100g de
alcohol 40g de dientes de ajo pelados y picados durante diez días, por lo menos
y agitándolos con frecuencia. Después se filtra el líquido y se añade para
disimular el olor 2 gotas de aceite de raíz de angélica. Se tomarán diariamente
de 15 a 20 gotas.
Otros usos
El
empleo del ajo como condimento resulta, por tanto, de extraordinaria
importancia, por estimular el apetito, evitar la flatulencia, limpiar el intestino
y excitar las glándulas digestivas.
Se
utiliza en pequeña cantidad para ensaladas, legumbres, alimentos crudos y
salsa. Para las ensaladas basta muchas veces que la vasija se frote con un
diente de ajo. Muchos prefieren el ajo picado en rodajas sobre pan con
mantequilla.
Aún cuando
por su eliminación a través de los pulmones y la piel no se logra del todo,
puede probarse la disminución del olor mediante la leche, el perejil y la ruda.
El ajo muy picado, con comino y mejorana, constituye un excelente aditamento
para las sopas de guisantes, lentejas y judías.
Para el empleo práctico de zumo de ajo, de
olor menos fuerte, sobre todo par
condimento o en la realización de regímenes diabéticos, se dispone hoy de
pequeñas prensas, baratas y de fácil manejo.
www.artesanianaturaleco.blogspot.com.es
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