Translate

lunes, 27 de agosto de 2012

Propiedades del ajo



El ajo ( allium sativum), perteneciente a la familia de la Liliáceas, procede de Europa meridional y Oriente. Pero es planta de cultivo antiquísimo y ya gozaba de consideración en la antigua medicina india.

Composición y propiedades.
En toda la planta y en proporción de 0,005% a 0,009 % se presenta el aceite etéreo azufrado del ajo, con un 6% de alilpropilbisulfuro, el 60% de alilbisulfuro (causa del conocido olor), el 20% de alil-trisulfuro y pequeñas cantidades de aliltetrasulfuro. Estas combinaciones de azufre son la causa de la eficacia del ajo.
El elemento activo más importante se ha descubierto hace pocos años, en 1944, como sustancia oleaginosa denominándose alicina. Esta produce un fuerte olor y posee una gran acción bactericida. En 1947 se consiguió producir alicina sintéticamente y conocer su estructura química.
Todos sabemos que el típico olor es sólo débil en los dientes de ajo frescos y sanos. Pero si éstos se cortan y frotan, el olor se presenta en forma intensa. Este hecho se debe a un proceso de desdoblamiento, en que el fermento alinasa, un elemento que gráficamente expresado actúa en el ajo como “hacha química” especial, obtiene la alicina a partir  de un elemento inodoro, llamado aliina, que es desdoblado en dos porciones. Mediante dicho fermento se forma la inicial aliina, que pudo obtenerse químicamente pura de una forma totalmente sintética. La aliina, al contrario de la alicina, no ejerce efectos bactericidas.
Fundamentos de la acción terapéutica del ajo
Aplicado a la piel sana, provoca el aceite, enrojecimiento, inflamación y ampollas, y aplicado a las mucosas, enrojecimiento y aumento de la secreción glandular, especialmente en las mucosas gastrointestinales. Además de una secreción mayor de las glándulas digestivas, se incrementa también la secreción de bilis. Extermina, además, el ajo las bacterias malignas de intestino, a la vez que fomenta la reproducción de colibacterias, los agentes intestinales normales.
El ajo es una calmante intestinal, un astringente y un bactericida. La antigua creencia popular de que el ajo combate el cáncer ha podido comprobarse en ensayos, observándose una clara dificultad de crecimiento en las células cancerosas, trasplantadas después de un tratamiento con ajo. Este efecto se explica fácilmente, puesto que hoy va llegándose paulatinamente a considerar el cáncer como una grave desviación metabólica, cuyo origen se encuentra muchas veces en el aparato gastrointestinal.
Los elementos activos del aceite del ajo, como puede observarse rápidamente sólo por el olor, se eliminan a través de la piel y los pulmones. Esta forma de eliminación es importante, ya que dichos elementos desarrollan sus actividades en las vías respiratorias, resolviendo congestiones, aumentando las secreciones y desinfectando.
El efecto sobre la presión arterial se ha aceptado, rechazando y de nuevo comprobado en los últimos tiempos. En todo caso parece cosa fija, de momento y suficientemente comprobada por la experiencia, que la presión arterial disminuye y el pulso se hace más lento y tranquilo, que se dilatan los vasos coronarios, con lo que son mejor alimentados los músculos cardíacos y, por lo tanto, se hacen más fuertes.
Finalmente se presenta, según vieja experiencia y modernas pruebas experimentales, un aumento de la resistencia contra las infecciones.
Es muy frecuente también la aplicación del ajo contra nematodos y áscaris, en forma de irrigación.

Afecciones en que es útil su empleo
En enfermedades gastrointestinales: catarros de estómago e intestino con diarrea y estreñimiento, tuberculosis intestinal, flatulencia, catarros intestinales crónicos, infecciosos y agudos, cólicos, inflamaciones del intestino grueso y del recto, diarrea, enfermedades hepáticas y biliares, disentería amebiana, cólera, tifus y paratifus.
En tumores cancerosos, aunque para ello el ajo sólo desempeña el papel de remedio auxiliar y nunca debe sustituir a retardar la aplicación de medidas ordenadas por el médico. Como elemento anticanceroso puede recomendarse con todo tiempo.
En las enfermedades de las vías respiratorias; catarros de las vías respiratorias, enfisema pulmonar, tuberculosis, gangrena pulmonar, asma pulmonar y broncoquiectasias.
En las enfermedades de la circulación: hipertensión, arteriosclerosis, esclerosis de vasos coronarios, debilidad de los músculos cardíacos, intoxicación de nicotina.
En un estado de debilidad general, después de enfermedades infecciosas o de cáncer.
En caso de lombrices (oxiuros y áscaris).

Modo de empleo
En todas las enfermedades, la forma mejor de aplicación es el consumo en crudo. Se toma diariamente de medio diente a un diente con pan, mantequilla y perejil o cocido en leche. La molestia del olor no puede evitarse por completo. Como vermífugo, se prepara además un líquido de irrigación cociendo 100 g de ajo en un litro de agua y aplicándolo una vez enfriada. Puede confeccionarse también un jugo de ajo que se conserva hasta un año entero>: de deja en 100g de alcohol 40g de dientes de ajo pelados y picados durante diez días, por lo menos y agitándolos con frecuencia. Después se filtra el líquido y se añade para disimular el olor 2 gotas de aceite de raíz de angélica. Se tomarán diariamente de 15 a 20 gotas.

Otros usos
El empleo del ajo como condimento resulta, por tanto, de extraordinaria importancia, por estimular el apetito, evitar la flatulencia, limpiar el intestino y excitar las glándulas digestivas.
Se utiliza en pequeña cantidad para ensaladas, legumbres, alimentos crudos y salsa. Para las ensaladas basta muchas veces que la vasija se frote con un diente de ajo. Muchos prefieren el ajo picado en rodajas sobre pan con mantequilla.
Aún cuando por su eliminación a través de los pulmones y la piel no se logra del todo, puede probarse la disminución del olor mediante la leche, el perejil y la ruda. El ajo muy picado, con comino y mejorana, constituye un excelente aditamento para las sopas de guisantes, lentejas y judías.
 Para el empleo práctico de zumo de ajo, de olor menos fuerte,  sobre todo par condimento o en la realización de regímenes diabéticos, se dispone hoy de pequeñas prensas, baratas y de fácil manejo.

www.artesanianaturaleco.blogspot.com.es

No hay comentarios:

Publicar un comentario