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martes, 25 de agosto de 2015

Jabón artesano, natural y económico.

Llevo tiempo haciendo prácticas de aprendiz de brujo, especialmente para cuadrar las cuentas y llenar la olla, aunque sea de plantas silvestres.

Mi experiencia me dice que vale la pena:
· Obtengo 1 litro de lejía aproximadamente cada día con las cenizas de la cocina de leña.
· Recojo hierbas y plantas silvestres, que seco al horno de piedra y muelo para incorporarlas a los jabones que realizo; y para tomarlas en infusión o en el puchero.
· Destilo estas mismas plantas para hacer un jabón líquido oloroso (no es comparable en este aspecto al comercial) y suave.
Al ser productos de temporada en algunos casos los conservo en aceite (oleolato), secos, o en jabón bruto para mezclar después, batiéndolos con jabón líquido y lejía de cenizas.
El aceite reciclado lo obtengo de vecinos y conocidos (en pequeñas cantidades) filtrándolo y mezclándolo con aceite de girasol.

¿Tiene salida comercial el jabón natural?
Cada vez hay más gente que se dedica a ello, y la demanda es creciente, pero a escala doméstica (como es mi caso) sólo sirve para consumo propio, regalos e intercambio de productos naturales: frutas, verduras, madera, aceite reciclado, etc.

¿Ecología o economía?.
El aceite usado de cocina es un gran contaminante del agua, su vertido por el fregadero tiene un coste económico y medioambiental que pagamos entre todos (los que vierten y los que no) y el reciclaje adecuado es una obligación social.

El uso del aceite usado para elaborar jabones en casa contribuye a reducir el problema y puede ahorrarnos tiempo (no tenemos que llevarlo al Punto Verde) y dinero (gastaremos menos en detergentes).
Hay cierta reticencias (por desconocimiento) por el hecho de que sea reciclado (malos olores) pero la sosa al saponizar el aceite elimina el problema.
Si aún así no se ve claro ofrezco un trueque: 1 litro de aceite reciclado por 1 litro de jabón líquido.

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